Luego de más de dos meses de confinamiento obligatorio producto de la Covid-19 encontramos que la población citadina o pueblerina se ha visto afectada. Por lo general encontramos datos alarmantes de personas que caen en depresión y abandono atentando contra su integridad y la de su entorno.
Pero ¿La cuarenta solo ha afectado a la raza humana? Las observaciones realizadas a los amigos caninos han demostrado que ellos también son víctimas del encierro. La constante compañía de sus amos, la ausencia de paseos y falta de socialización con sus pares, pueden representar un gran riesgo.
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Agresividad
Los perros pueden tornar su comportamiento de pasivo a agresivo duramente la cuarentena por factores como el exceso de tiempo junto a sus amos. Por lo general los compañeros caninos comparten un tiempo reducido con sus propietarios, puesto que estos se ocupan con actividad fuera de la casa.
Estando en cuarentena sin mucho que hacer, estos le dedican más tiempo y olvidan la importancia de darle su espacio. Lo que aunado a que se encuentran encerrados sin mucho espacio para su esparcimiento generan molestia hasta el punto en el que se saturan y “sacan las garras”.
Depresión
Cuando un perro es cambiado de habitad, rutina o deja de socializar con otros perros, este puede atravesar diferentes emociones. La depresión es la más popular y quizás una de las más complejas.
Los síntomas de la depresión van desde dejar de comer, quedarse echados en algún rincón, esconderse detrás de los muebles o hasta generar sonidos agudos semejantes a quejidos tristes o sollozantes.
Es importante entender que un perro se puede deprimir por el comportamiento o estrés de su gracias a su receptividad ante los humanos.
Hiperactividad
Cuando un perro no tiene espacio suficiente para drenar toda su energía, este puede pasar todo el día haciendo desastre en el hogar. Su actividad se puede acrecentar ya que no tiene espacio suficiente para correr, brincar o saltar.
Esta conducta para sus sueños puede ser un poco molesta, generado que estos los regañen, castiguen y hasta maltraten. Si la conducta hiperactiva de canino no es manejada de la mejor manera, estos se pueden tornar agresivos contra sus amos o desarrollar episodios de depresión.
La actividad es muy importante para los perros, en especial cuando están cachorros o a mediana edad. Intenta crear un espacio o plantearle retos donde puede sacar parte de esa energía contenida.
En el caso de observar destellos de comportamientos agresivos, depresivos o imperativos en tu perro, tener cuidado con los pequeños de la casa, puesto que pueden ser los que se lleven el peor trato y se conviertan en sus víctimas.
Recuerda que un amigo canino no es solo una mascota. Los perros forman parte de la familia, y así como organizas actividades para ti, es importante que lo hagas para ellos.