La pandemia del nuevo coronavirus, el Covid-19, nos ha obligado a mantenernos en nuestros hogares. No se debe salir en caso de no ser necesario y hacer del tiempo libre algo útil.
Mientras la humanidad se ha visto confinada en casa, otros elementos del Planeta Tierra se han regenerado: bosques que han recuperado su fronda, el aire que se ha purificado y sobre todo, los animales que han gozado de un espacio exclusivamente para ellos. Ahora, la fauna es la protagonista de las calles, los animales silvestres han salido de sus escondites y se han reencontrado con la libertad.
En países donde la pandemia ha atacado con mayor ahínco, como Brasil, España y Rusia, se han visto especies que se encuentran en peligro de extinción. En México también se han observado muchos animales que se creían extintos. Pero gracias a la ausencia de personas en las playas del país, estos han podido disfrutar de su entorno.
Aún hay una esperanza
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) son 28.000 las especies animales bajo peligro de extinción. La esperanza de nacimientos que regenerasen esta situación era poca por las últimas aflicciones que había sufrido la tierra, como los incendios en bosques y selvas, contaminación de los mares e intoxicación del aire.
Sin embargo, gracias a que las calles se han tomado un respiro de la rutina humana y de los excesos oque esta conlleva, han nacido animales como jirafas, tigres, gacelas, tortugas marina, rinocerontes y guacamayos azules. Estas especies se han resguardado en zoológicos para evitar que sufran carencias o se expongan a riesgos en sus espacios naturales.
La tortuga laúd es una de las especies marinas en amenaza y en las últimas semanas se han visto cantidades de esta especie caminando por las playas de Cancún, México. En Brasil también se han visto tortugas marinas que han completado su crecimiento sin complicaciones. Todo gracias a la purificación por la que las aguas de la playa de Janga han pasado.
Los zoológicos se han encargado de amparar a todas las especies que han avivado la esperanza de una regeneración de la fauna. En Zaragoza, España, el Centro de Cría en Aislamiento Humano (CRIAH) se ha encomendado en la tarea de cuidar de 5 especies de quebrantahuesos. Estos animales van a ser liberados en los Picos de Europa entre los meses de junio y julio.